Hab?a sido un estigma que durante 17 a?os lastim? al primer club que en la Argentina le hab?a dado importancia a un torneo continental nacido bajo el nombre de Copa de Campeones de Am?rica, y que le hab?a sido esquivo en una final memorable ante el Santos de Pel? en 1963, pero que esa noche del 14 de septiembre de 1977 le iba a sonreir bajo la niebla cerrada de Montevideo.
El estadio Centenario, con 60.000 personas en sus tribunas, fue testigo de la consagraci?n de Boca Juniors ante el Cruzeiro de Brasil, en dram?tica definici?n por penales, un desempate trabado en una cancha embarrada y pesada, con la llovizna, niebla y humedad como tel?n de fondo.
Al maleficio lo quebr? una formidable atajada de Hugo Orlando Gatti en el ?ltimo tiro desde el punto penal en la serie de cinco, cuando se tir? hacia su izquierda, estir? sus largos brazos hasta el infinito y contuvo el penal ejecutado por Vanderley, cuando la serie estaba 5-4 a favor de Boca, tras el apretado 0-0 con que finalizaron 120 minuto de juego.
El objetivo en el comienzo de ese 1977 hab?a quedado claro para los hinchas de Boca, cuando el ?Toto? Lorenzo apunt? todos los ca?ones hacia la Copa Libertadores de Am?rica (denominaci?n del torneo desde 1965) para cumplir con un anhelo largamente perseguido por dirigentes y jugadores ?xeneizes?.
Ese equipo aguerrido y duro moldeado por Lorenzo desde enero de 1976 -tras 6 a?os de sequ?a de t?tulos a nivel nacional- gan? los dos campeonatos locales, el Metropolitano y el Nacional, y se clasific? holgadamente para jugar la Libertadores, acompa?ado por River, subcampe?n del Nacional.
La ?revoluci?n? del carism?tico entrenador dej? de lado los floreos de un equipo que jugaba muy bien, pero que con un f?tbol vistoso y agradable, no hab?a logrado ning?n t?tulo entre 1973 y 1975, bajo la conducci?n de Rogelio Dom?nguez.
De aquellos toques refinados, Lorenzo se qued? s?lo con algunos int?rpretes (Jorge ?Chino? Ben?tez fue el ?nico sobreviviente de mitad de cancha hacia adelante), y apost? por la experiencia que tra?an Francisco ?Pancho? S?, Rub?n ?Chapa? Su??, Ernesto ?Eber? Mastr?ngelo, Carlos ?Toti? Veglio, m?s la pujante juventud de Jorge ?Ruso? Ribolzi y el perfume futbolero que sal?a de la zurda de Marito Zanabria.
La marcha hacia el t?tulo continental comenz? en La Boca, con un triunfo ante River Plate por 1-0, con un gol de penal convertido por Mouzo en el ?ltimo minuto del encuentro, una imagen que adelantar?a el camino escarpado a recorrer: el disparo del eficiente defensor auriazul peg? en uno de los postes, dio en la espalda de ese extraordinario arquero que fue Ubaldo Matildo Fillol, y se convirti? en gol ag?nico.
Lo que sigui? fue una planificada estrategia para no pasar sobresaltos ante los rivales uruguayos del grupo, Pe?arol y Defensor: fueron dos triunfos ante el ?carbonero?; y empate y triunfo ante los del Parque Rod?.
El empate final ante River fue s?lo para la estad?stica, pues Boca ya estaba clasificado para la fase siguiente, y el ?millonario?, eliminado por sus magros resultados ante los equipos orientales.
En las semifinales, Boca dej? atr?s a Libertad de Paraguay, y a Deportivo Calide Colombia (dirigido por Carlos Bilardo), en partidos con resultados apretados pero sin sobresaltos: la maquinaria del ?Toto? Lorenzo sumaba y segu?a.
El 6 de septiembre de 1977, en la primera final, Veglio defin?a magistralmente un pase cruzado de Dar?o felman en el arco de la Casa Amarilla, y el ?xeneize? ya le ganaba al Cruzeiro antes de los 10 minutos de juego. Pero el resultado no se movi? hasta el final, a pesar de las claras situaciones favorables para los boquenses.
Cinco d?as despu?s, el marcador de punta Nelinho (el mismo que hab?a amargado a River en la final de la Copa del a?o anterior, en Santiago de Chile), clavaba un tiro libre desde lejos y el 0-1 obligaba al desempate en Montevideo dos d?as m?s tarde.
Pero ese martes 13, el temporal sobre el R?o de la Plata quiso que no se jugara por la niebla cerrada sobre la capital uruguaya, para tranquilidad de un cabulero cl?sico como Lorenzo.
El mi?rcoles 14 la niebla era menor, pero igual se hac?a sentir sobre el viejo Centenario y por momentos dificultaba la visi?n desde las tribunas, algo que poco le importaba a la multitud boquense que hab?a copado totalmente la lateral Am?rica y la cabecera Amsterdam.
Fue 0-0 en 120 minutos fragorosos, con un Boca remendado, sin ?Pancho? S? (lesionado) y con el ?Chino? Ben?tez averiado, reemplazado por Ribolzi en el segundo tiempo, y con la fortuna en contra hasta para ese cambio: Ribolzi se iba desgarrado a los pocos minutos de entrar y Daniel Severiano pav?n ingresaba en su reemplazo.
Los tiros desde el punto penal llevaron la adrenalina al m?ximo nivel: para Boca convirtieron Roberto Mouzo, Jos? Luis Tesare (reemplazante de S?), Zanabria, Vicente Pern?a y Felman.
Gatti hab?a estado cerca en dos de los cuatros penales convertidos por los brasile?os, y la quinta (el penal de Vanderley) fue la vencida.
Fue regreso con gloria por ferrys y por barco (todav?a se viajaba a Montevideo en el inolvidable Vapor de la Carrera), o por tierra para los que se animaron a ir en auto, y que sufrieron los destrozos propinados por los hinchas uruguayos a la salida del partido, aunque nada pod?a empa?ar la conquista.
Los recuerdos suelen agrandar los triunfos hasta convertirlos en ?pica, y aquella primera Copa Libertadores ganada por Boca, hace 35 a?os, tal vez no escape a la regla general. Pero qu? hincha se puede abstraer de aquella conquista, la que extrajo una molesta piedra del zapato ?xeneize?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario